El libro empieza así:
"Prólogo
Todo va bien, señora baronesa.....
Diciembre de 2001: En Argentina, las revueltas del hambre acabaron por forzar la dimisión del presidente de la República, Fernando de la Rúa, y del ministro de Economía, Domingo Cavallo. El país se hallaba al borde del abismo, estrangulado por una deuda externa de 137.000 millones de dólares y sin otra esperanza que el impago generalizado de sus obligaciones, tanto internas como externas. Diciembre de 2001: Para Rusia concluía el tercer año consecutivo de fuerte crecimiento económico desde su crisis económica de 1998; entonces, un buen número de personas sensatas habían considerado que la situación del país no mejoraría.
¿Tienen, pues,algo en común ambos países?Casi nada, una nimiedad:tan sólo la incompetencia de ciertos economistas.
Argentina sucumbió por culpa de una institución económica concreta, el Consejo Monetario, o Currency Board, que hace algunos años fascinó a numerosos economistas......"
Y todavía ni siquiera empezó!!!!
El título de la Introducción reza:
"El amor por la servidumbre en ciertos economistas, o cómo puede la política económica acabar con la democracia"
Sigue:
"La insurrección no es un estado normal; sin embargo, debe ser el estado permanente de una república."Sade, Francés, un esfuerzo más para ser republicano."
En definitiva, Sapir dice que la derecha no necesita de un golpe de estado para ser gobierno, sino que gobierna a través del discurso de la economía.
Algo parecido decía el profesor de Sociología Alexander Roig, el año pasado, respecto del discurso economicista. Y también algo parecido dicen en La Barbarie cuando hablan de institucionalismo. En una democracia con instituciones débiles, los economistas son más soberanos que otros sectores de la sociedad.
La otra pata de todo este tema es , entonces , la ley........