miércoles, 3 de diciembre de 2008

¿Hablaremos alguna vez de las eras pre y post "Felices los niños"?

Como en Argentina tenemos un Estado débil e ineficiente, que no alcanza a satisfacer las necesidades básicas de la gente en situación de emergencia (por ejemplo), estamos siendo testigos de un "boom" de organizaciones llamadas "de la sociedad civil". Estas organizaciones pueden tener fines políticos específicamente (aunque generalmente se autodenominan "apolíticas e independientes"), o los denominados comunitarios, como pueden ser merenderos, comedores, etc. También están las ambientalistas, las educativas, las que te festejan el cumple, las que te cumplen un sueño, y demás. Otras veces se dedican al cuidado y contención de niños y hasta les brindan hospedaje ("Felices los niños"). Algunas tienen convenios con organismos judiciales, por ejemplo: como sede de trabajo comunitario.
Si en nuestro país, ni siquiera las instituciones educativas oficiales son controladas: ni por las Supervisiones, ni por los Concejos Escolares, ni por DIPPREGEP. En los casos excepcionales en que estas personas trabajan, reportan informes, pero no denuncian nada , tampoco tienen poder de policía, no suspenden ni sumarean a nadie, y, en consecuencia, su mera existencia no está garantizando nada.
Alguien se cree que un Supervisor se va a poner a interpelar a un maestro en defensa de un pibe? NO WAY!!! NO EN ESTE LADO DEL MUNDO!!!
¿A quiénes le importaron estos pibes de "Felices los niños" mientras soportaban las conocidas aberraciones?
¿Qué estará pasando en este momento en esas organizaciones no gubernamentales, especialmente las más poderosas, que tienen línea directa con los políticos y los medios y están corporativizadas?
No estoy pensando en las pequeñas organizaciones, que bienvenidas sean y son necesarias. Hablo de las que manejan millones( como todos los cartones de deshecho de varias cadenas de hipermercados), coordinan a montones de trabajadores, asisten a desprotegidos y desposeídos que están allí adonde no hay derechos y donde no llega el Estado.
Sobre todas estas cuestiones, manejan poder, en una relación muy desigual con los beneficiarios.
Antes que toda esta basura, yo prefiero a la política o al Estado (más adelante me seguiré explayando en otras entradas...).
Si entendemos que la corrupción no es propia de la política gubernamental , y en vistas de lo que pasó con "Felices los niños" (no tan felices) , ¿en algún momento a alguien se le ocurrirá controlar efectivamente a estas organizaciones "buenas y salvadoras"?
Hay tanto para perder, aparte de la integridad de los niños, también vamos perdiendo libertades: va a llegar un momento que para tener una reunión de tres amigos, vamos a tener que disponer de un Libro de Actas, librar una y reportarla a alguna Fiscalía de la Amistad....
Nada de esto sucedería si la gente se involucrase más....
En principio estaría bueno que apareciera un Montoya de las asociaciones civiles, que vaya primero por los grandes recaudadores- en mi humilde opinión-, que vea si hay enriquecimiento ilícito (o será legal enriquecerse con la necesidad ajena-no me sorprendería-) y abuso de poder (sería de lo más leve, mirando al pasado.................).
En fin, como dice un amigo:
Salud y amor ( y es en serio) y besos y abrazos (esto lo digo yo).
Esto es parte de la revista HUMUS, de un grupo de estudiantes de UNSAM:

Imputabilidad
POR LA PLENA VIGENCIA DE LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.
POR LA INSTAURACIÒN DEL BENEFICIO UNIVERSAL POR INFANCIA
POR LA IMPLEMENTACIÒN A NIVEL NACIONAL DE UN SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL.

Frente a la nueva avalancha de argumentos a favor de la baja de la edad de imputabilidad, realizados de manera entre torpe y oportunista por el gobernador de la Pcia. de Buenos Aires cabe mencionar que. – En los países mencionados por el gobernador; Colombia, Uruguay y Ecuador, justamente no se ha producido ninguna baja de imputabilidad.
En la Argentina, si se ha producido. En la Argentina hay personas de 16 años condenadas a cadena perpetua. –
En aquellos países tiene vigencia un régimen de responsabilidad juvenil penal en donde se intenta articular justicia, paulatina vigencia de los derechos fundamentales y la severidad concerniente al tipo de episodio o conflicto que el chico o la chica tengan con la ley penal.
En la Pcia de Buenos Aires existe la ley 13634 por la que debería tener plena vigencia un sistema tal de responsabilidad penal juvenil, pero que carece de designación de dispositivos y recursos para tal fin. En lugar de esto, en la Argentina sigue teniendo vigencia un decreto del periodo dictatorial, de 1980, que da funcionamiento al régimen penal de minoridad que imputa a partir de los 16 años y criminaliza la pobreza por debajo de esa edad.
Bajar la edad de imputabilidad de los menores significa, tratar a los mismos a partir de determinada edad con el mismo régimen que los adultos, y eso es lo que ha pasado en nuestro país y no en el resto.
El régimen de responsabilidad penal juvenil es un sistema cualitativamente diferente del de los adultos, pero que sanciona los mismos delitos que cometan las personas menores de entre 14 y 18 años. Incluye una diversidad de sanciones, entre las que está el trabajo comunitario, y no solamente la privación de la libertad.-
También consideramos conveniente preguntarse: ¿Cuales son las prioridades de una comunidad que lo único que exige es cárcel, y más cárcel para chicas y chicos a los que se supone autores de terribles delitos? ¿Cómo puede pensarse que encerrarlos sea una solución al problema de la violencia, si es popularmente conocido que el ingreso al sistema penal no ha generado beneficios conocidos?
Está suficientemente demostrado que no hay relación entre la edad penal y la cantidad de delitos que comenten los jóvenes, del mismo modo que no existe relación entre el aumento de las penas y la disminución de los delitos.
Es posible mirar y actuar de otra manera.
A través de iniciativas que se derivan de los tratados de derechos humanos para los cuales no puede haber responsabilidad penal sin prevención, entendida esta como el cumplimiento de las responsabilidades de la familia, de la sociedad y del estado hacia la infancia. Es decir implementando los recursos necesarios para la vigencia de de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Hay una prevención posible que es el resultado de políticas coordinadas en formación técnica y profesional, deportes, educación, fortalecimiento familiar, salud, empleo, vivienda y desarrollo urbano. Desde el estado y la sociedad civil, al mismo tiempo, puede y debería formularse un dispositivo de acompañamiento integral infantil y juvenil, que ubique a los adultos como puntos de referencia en actitud cooperante de chicas y chicos y no como perseguidores de los mismos.
Una comunidad que piensa más en castigar a los más jóvenes que en generar las condiciones para que ellos se desarrollen, y para que lo hagan al margen del delito, revela una mira deformada por el miedo y que compromete seriamente su futuro.
Junto con los consensos legislativos, es necesario impulsar en cada lugar del país la posibilidad de movilización autónoma de chicas y chicos para recuperar derechos vulnerados y para evitar nuevos atropellos.
Movimiento Con la Infancia
movimientoconlainfancia@yahoo.com.ar