jueves, 20 de noviembre de 2008

Estuve buscando en Internet información de violencia en las escuelas y discriminación. Me sorprende que no haya muchas denuncias sobre el tema. No sé si debería sorprenderme, porque , por otro lado, sé que mis socios de esta sociedad están ocupados buscando trabajo, o dinero, o quizá no tienen la capacitación necesaria para poder reconocer casos de violencia o discriminación. También sé que la mayoría de las víctimas (que son , a su vez, una inmensa mayoría) no tienen Internet.
Me tocó trabajar durante diez años enseñando inglés en una escuela de capital atravesada por la violencia.Donde,dentro de todo, había un alto compromiso docente y se trabajaba muy duro. La escuela era parte de un proyecto de Filmus de Reformulación de Jornada Completa. En el marco de ese proyecto, se invitaba al principio del año(entiendo que esto debe hacerse) a la comunidad a construir el Proyecto Educativo Institucional.Es decir, se trabajaba en equipo con los docentes, padres,abuelos, tíos, auxiliares, etcétera, para acordar objetivos y la manera de llevarlos adelante(a grandes rasgos), también se hacían concejos de grado, las normas se consensuaban a principio del año y se realizaban asambleas todas las semanas para pensar o evaluar el devenir de la cotidianeidad. Todos los alumnos tenían que hablar, y por supuesto, se hablaba mucho de violencia. No me alcanzarían diez entradas para contar todo lo que se trabajaba y se estudiaba en esa escuela.
Cuando me tocó llevar a mi hija a la escuela pública en Villa Ballester, la cosa fue muuuy diferente. Primero, las vacantes del turno mañana fueron cubiertas con familiares y amigos de los trabajadores de la escuela. Después, los chicos empezaron primer grado "repartidos" porque no tenían docente. Cuando llegó la docente, en su primera reunión, explicó lo cansada que estaba, que no quería tener primer grado,etc.,etc. y que acostumbraba a apagar la luz para que los chicos hagan silencio. La manera de enseñar era muy peculiar, también. Muchas veces consistía en: "Hacer diez oraciones para mañana"(Si todavía no sabían escribir no era importante, que copiaran).
Cuando me tocó presenciar la práctica del apagado de la luminaria, en un salón gris, chiquito, y con la ventana rota y cerrada, dije basta:empecé una recorrida por dirección, supervisión, y hasta tribunales.Y como resultado tuve que cambiar de escuela a mi hija, porque me gané la persecusión de todo el cuerpo docente y demás. Aclaro que los padres querían que yo reclamara, porque ellos no se sentían capaces, no tenían ni el dominio de la palabra. De hecho, una madre dijo: si a mi hijo le ponen esa maestra yo rompo todo o algo así, y fue respetada. 15 días después de haber cambiado de institución ocurrió allí un hecho muuuy grave que salió en los medios y que tiene muuuucho que ver con todo lo que relato.
Mi hija terminó su primer grado en una escuela donde me decían que estaba bien, pero cuando tuve que ir a llevar unos papeles, hacía un mes que la nena estaba asistiendo y en la clase de educación física jugaban a la mancha por grupos:cinco varones por un lado, cinco varones por otro lado, cinco nenas por otro lado, y mi hija sola en un costado con la mirada perdida, desorientada, girando.
Después de eso y a pesar de que soy bien pobre, la empecé a llevar a una escuela privada que me cuesta una fortuna , donde los maestros no la maltratan, pero tampoco manejan a los chicos. Los insultos y las peleas son moneda más que corriente, del trabajo en grupo, bien, gracias, la comunidad, bien, gracias, las reglas, bien, gracias. Y así....
A mí las instituciones ya me han destruido, siento un hartazgo y una violencia indescriptibles, ya no sé qué hacer por mi hija y por los chicos...Supongo que todo esto se soluciona con compromiso y trabajo, pero ya no tengo fé en nada....Iba a decir: ¿De qué me disfrazo? Pero ni siquiera tengo ganas de disfrazarme.....

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